La tristemente célebre frase “las 15 de la cuarentena”, una referencia al aumento de libras durante la pandemia, afecta incluso a los más jóvenes de los estadounidenses, según UT Physicians, que tiene la evidencia ante sus ojos a través de las citas de telemedicina.
Mientras la pandemia sigue haciendo estragos, con retraso en las aperturas escolares y la posible continuación del aprendizaje virtual para todos, el problema podría empeorar, causando problemas de salud negativos y persistentes para una generación de jóvenes.
“Durante el año escolar, la mayoría de los padres confían en que las escuelas proporcionen a los niños ejercicio regular”, afirmó la Dra. Joyce Samuel, nefróloga pediátrica en UT Physicians y profesora adjunta de Pediatría en la Escuela de Medicina McGovern de University of Texas Health Science Center at Houston (UTHealth). “Debido a la situación en curso que rodea a la COVID-19, es importante que los padres presten atención a la salud de sus hijos y se aseguren de que hagan el ejercicio y reciban la nutrición adecuados para evitar la obesidad infantil”.
La educación en línea elimina la oportunidad de que los niños caminen a la escuela, hagan ejercicio en el gimnasio o corran en los recreos, todo lo que proporciona mucho ejercicio. Se añade a esto el estrés de vivir en un tiempo de incertidumbre a lo que los niños pueden reaccionar comiendo refrigerios azucarados y ricos en grasas, lo que conduce a hábitos alimenticios poco saludables que pueden contribuir a un aumento de peso y poner en peligro su salud a largo plazo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), casi el 20 % de los niños en EE. UU. son obesos.
“La obesidad suele deberse a múltiples factores, que incluye consumir demasiados alimentos y bebidas con muchas calorías y pocos nutrientes, hábitos de sueño poco saludables y demasiada pantalla y vida sedentaria, lo que conlleva a falta de actividad física”, dijo Samuel.
La obesidad infantil supone muchos riesgos. Los niños con sobrepeso presentan un alto riesgo de tener las siguientes enfermedades:
- Diabetes
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Problemas respiratorios, como asma
- Problemas psicológicos, como ansiedad, depresión y baja autoestima
“Es muy probable que los niños que desarrollan hábitos poco saludables lleven estos rasgos a la edad adulta, por lo que es importante combatir estos problemas a una edad temprana para evitar estos riesgos”, afirmó Samuel.
Puede que sea difícil para los padres encontrar maneras de mantener activos a sus hijos, ya que los niños están pasando la mayoría del tiempo en casa debido a las precauciones por la COVID-19. Sin embargo, Samuel afirma, incluso sin acceso al gimnasio, los centros de recreación o los programas de ejercicios de la escuela, las familias todavía pueden encontrar maneras de mantener activos a sus hijos.
“Hay muchas aplicaciones con videos de sesiones de ejercicio breves para hacer en casa que suelen requerir poco o ningún equipamiento. Otra opción es salir a dar un paseo diario de 30 minutos caminando o trotando. Siempre y cuando se mantenga el distanciamiento social y se permanezca entre los miembros de la casa, esta es una manera segura de tomar algo de aire fresco y hacer ejercicio regular”, dijo Samuel.
La dieta y el ejercicio son factores esenciales para combatir la obesidad. Debido a que la mayoría de niños están acostumbrados a las rutinas, se anima a los padres a crear un programa, priorizar la salud de su hijo y practicar buenos hábitos de ejercicio. La Dra. Deborah Horn, DO, MPH, directora médica de Center for Obesity Medicine and Metabolic Performance en UTHealth ofreció la siguiente dieta y consejos de ejercicio para el hogar para ayudar a minimizar el aumento de peso.
Dieta
- Proporcione a los niños comidas que tengan tanto proteínas como productos agrícolas.
- Las frutas y verduras congeladas son una buena alternativa económica a los productos frescos, siempre y cuando no haya azúcar añadida, jarabe o sal.
- Limite la cantidad de bebidas y refrigerios no saludables.
- Evite los refrigerios ricos en grasa y azúcar, como las papas fritas, las galletas y las golosinas de goma.
- Evite el consumo de bebidas azucaradas como refrescos, jugos y bebidas isotónicas, y beba agua en su lugar.
Ejercicio
- Inicio sencillo: muévase de 3 a 5 minutos cada hora.
- Saltar la cuerda o correr ayuda a fortalecer los huesos.
- Jugar a juegos como el tira y afloja sirve para fortalecer los músculos.
- La actividad aeróbica, como andar en bicicleta o caminar, es saludable para el corazón.
- Programe en un calendario hacer ejercicio varias veces a la semana.
- Haga actividades entretenidas e intente ejercicios nuevos, como los siguientes:
- Deportes al aire libre
- Andar en monopatín
- Juegos de persecución
- Búsqueda del tesoro en el vecindario
Además de la dieta y el ejercicio regulares, Samuel indica que se debe tener una cantidad adecuada de horas de sueño por noche, entre 8 y 10 horas por noche para los adolescentes y entre 9 y 12 horas por noche para los niños de entre 6 y 12 años. La reducción del tiempo de pantalla también puede contribuir a reducir el riesgo de obesidad.
“Se ha demostrado que acostarse tarde está asociado a la obesidad, por lo que guardar los dispositivos a un horario razonable y regresar a una rutina de sueño más habitual es otra forma de combatir la obesidad”, afirmó.
La COVID-19 ha alterado la vida de muchas personas, y los niños no son la excepción.
“Como padres, necesitamos comprender que el ejercicio y una dieta saludable proporcionan grandes beneficios para el cuerpo y la mente de nuestros hijos”, afirmó Samuel. “Muchos niños están estresados ahora debido a toda la incertidumbre que rodea a la COVID-19, y hacer ejercicio regular es una manera estupenda de aliviar el estrés y desarrollar hábitos saludables a una edad joven”.